El 1 de julio de 1907, Marcel Proust invitó a sus amigos a un concierto privado en el Ritz. Una carta que escribió dos días después a Reynaldo Hahn revela todo su eclecticismo. Los compositores modernos dialogan con el mundo de ayer y el mundo del pasado: Fauré, Wagner, Schumann, Chopin y Couperin. Recreando para nosotros esta velada en la que las épocas se mezclan y el tiempo se abolen, Théotime Langlois de Swarte y Tanguy de Williencourt devuelven la vida a la intimidad de los salones parisinos de principios del siglo XX y nos sumergen en este fértil universo musical que impregna todo en busca del tiempo perdido.
