En ella podemos disfrutar de las profundidades del océano sin mojarnos. No hace falta saber nadar, solo necesitamos dejarnos llevar con libertad y querer explorar este refugio marino que estará formado por ventiladores, telas y proyecciones que nos harán vivir una experiencia mágica.
Bajo el azul profundo es perfecta también para que los más pequeños tengan la oportunidad de vivir experiencias significativas que les acerquen, a su manera, a la obra de Ellen Gallagher y Edgar Cleijne y disfruten junto con sus acompañantes bajo esta “piel” del océano.